Realmente resulta muy difícil explicarle a alguien que nunca ha buceado lo que se siente al estar respirando debajo del agua.

La comodidad, el placer, la calma que un buceador experimenta al recorrer el fondo del mar. Tal vez la única forma de transmitir esta sensación sea llevar a la persona al mar, ya que ni la mejor foto, ni la mejor película, ni la mejor explicación hacen justicia sobre esa gran gama de sensaciones.

Llevar a la persona al mar y mostrarle animales únicos, increíbles. Ver cómo esa persona se emociona hasta las lágrimas, verlo correr tras los peces de la misma forma en que un niño corre tras las palomas en una plaza. El único problema reside en, que una vez que haya estado en el fondo del mar, ya nunca querrá dejar de hacerlo.

Habrá descubierto un mundo mágico, un mundo nuevo, emocionante, plagado de paz y tranquilidad y ya no querrá dejar de visitarlo nunca más. Se dará cuenta por si mismo que nada de lo que había visto hasta ese momento se parece al mundo subacuatico, nada de lo que haya hecho se le asemeja.

Cualquiera, realmente cualquiera puede aprender a bucear, no se requiere ser un buen nadador, ni ser un atleta, ni una persona arriesgada, no importa si fuma o tiene unos kilos de más. Bucear es seguridad y calma.

Sólo se requiere una persona lo suficientemente sensible para dejarse llevar por la emoción. Yo no puedo explicarte lo que se siente al pasear por el fondo del mar a pesar de que he estado miles de veces.

Pero si puedo asegurarte que nunca he conocido a nadie que lo haya hecho y no se haya maravillado. Muchas veces iniciamos en el buceo a personas que tenían miedo al agua, miedo a sumergirse.

Con paciencia, tiempo y algo de dedicación se dejaron llevar al mágico mundo y una vez ahí los miedos se perdieron, las ansiedades se quedaron en la superficie y simplemente se pusieron a jugar, deslumbrados por la belleza.

Llevamos 30 años, casi toda nuestra vida enseñando a la gente a bucear, no hay un mejor trabajo en todo el mundo, no hay otra cosa que más nos guste.

No se trata de venderte un curso de buceo, se trata de algo mucho más profundo, se trata de enamorarse del mar. Se trata de que, cuando uno conoce un lugar fantástico, quiere enseñarlo a todo el mundo llevándolo ahí.

Nos conocemos, ya hace tiempo que lees nuestros Boletín y sabes cómo pensamos cuando se trata del mar. Puedes cerrar esta pagina pensando que se trata de una publicidad más o puedes sentarte tranquilamente a releerlo y darte cuenta de que si nunca estuviste debajo de la superficie del mar es que te estás perdiendo algo, te estás perdiendo lo mejor.

Y te podemos asegurar, te podemos garantizar que no te arrepentirías, que no lo podrías creer y que te enamorarías perdidamente.

Comenzamos nuevos cursos, la escuela se llenará de alumnos ansiosos por ver el fondo del mar. Te invitamos a que vengas, lo pruebes y algún día nos digas que, ¡¡¡teníamos razón!!!

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